La cultura popular de Colombia es abundante en mitos o deidades populares, que la gente del campo y los pueblos ha creado para explicarse, el origen de las cosas, y los fenómenos naturales y humanos.
Los mitos son creencias brotadas del fondo emocional, que se expresan en un juego de imágenes y símbolos los cuales se manifiestan como fuerzas operantes en la sociedad. Así mismo, como una estructura mental, con cuyo auxilio se nos hacen asequibles ciertas figuraciones históricas, que de otra manera permanecerían cerradas a nuestra comprensión.
Los mitos colombianos se manifiestan en dioses tutelares y personificaciones de las fuerzas naturales, que gobiernan la vida de los pueblos y los campos. Todo ser o fenómeno extraordinario en la naturaleza (además del hombre) se supone poseedor de un núcleo o esencia espiritual que desempeña un papel activo en la existencia de lo que lo rodea.
Aculturación y sincretismo
En Colombia, como en los demás países hispanoamericanos, hay mitos que son producto de la aculturación, mediante la cual algunos mitos indígenas se mezclaron con los mitos y creencias españolas y africanas. La mayor parte de los mitos indígenas permanecieron, a pesar del impacto de la colonización española y de la influencia africana. Encontramos numerosos ejemplos entre los guajiros, Kogis, arahuacos y entre los indígenas de la Amazonía, Orinoquía y costa pacífica.Hay mitos que se manifiestas con sincretismo, según el cual algunos mitos se identifican o se amalgaman con otros por sus semejanzas, como por ejemplo, e mitos indígenas y africanos con santos católicos introducidos en el culto religioso por los españoles.
Los niños encantados por esta deidad, se enferman, sueñan con la bella rubia que los adora y la llaman con frecuencia. Cuando están cerca del río, los niños escuchan su voz y a siguen, tirándose al agua. También hay la creencia de que la madre del río es una vieja chuchumeca muy corronchosa, con mucha costra y mucha llaga muy parecida a una lagartija, se cree que cuando la madre del río ojea a una persona, le suceden cosas extrañas: le nace una chivera como cabuya; los crespos se le vuelven como una jícara nueva; los dientes se le vuelven negros y podridos.
Gusta de los jovencitos que empiezan a fumar; por ello los persigue con frecuencia. Cuando es encontrado en el camino el sombrerón no habla, ni contesta preguntas, solamente camina, pasa y sigue. En algunos lugares relatan que cuando pasa deja fuertes vientos y huracanes.
En La Mesa de Juan Díaz en Cundinamarca, el Mohán es el mismo Juan Díaz que se convirtió en deidad campesina de la región. Generalmente es una deidad tutelar de las aguas, de los ríos y riachuelos.
Algunos la describen con ojos brotados y en llamas, colmillos grandes como los saínos, con manos largas y una expresión de furia. Va siempre vestida de chamizos, bejucos, musgo verde y con un sobrero alón cubierto de hojas y plumas verdes; con el cabellos cubiertos de lianas y musgos que no le dejan ver el rostro; con un sombrero de ramas que le oculta la cara. A veces se asoman en los rastrojos convertida en una tupida zarza en movimiento que observa con rabia a los humanos que pasan por la selva o los montes; otras veces aparece como un ser, mitad mujer y mitad monte, como de paja; o también, como una anciana vestida de hojas, con cara color ceniza, ojos desorbitados y rojos, y las manos en puro hueso.
La Madremonte se relaciona con grandes tempestades, vientos, inundaciones y borrascas, que acaban con los sembrados, las cosechas y los ganados.
Según las gentes cundiboyancenses el Mohán influye en la crecida de los ríos y en las inundaciones; le gusta ahogar a las gentes en las lagunas profundas y solitarias de la zona andina, pues ataca a quienes viola sus dominios. A veces aparece desnudo o tapado con hojas; emite un vaho que los campesinos llaman achacón el que produce romadizos muy difíciles de curar. En noches de tempestad y huracanes dicen que lo han visto pescando y riendo a carcajadas.
En La Mesa de Juan Díaz en Cundinamarca, el Mohán es el mismo Juan Díaz que se convirtió en deidad campesina de la región. Generalmente es una deidad tutelar de las aguas, de los ríos y riachuelos.
La Madremonte se relaciona con grandes tempestades, vientos, inundaciones y borrascas, que acaban con los sembrados, las cosechas y los ganados.
http://www.jigsawplanet.com/?rc=play&pid=02ffb3ac841f
Casinos Near Mohegan Sun in Norwich by Area - Mapyro
ResponderEliminar› search › casinos › search › casinos Mar 21, 2019 — Mar 21, 2019 The Best Casinos in 강릉 출장마사지 Uncasville, CT · Harrah's Casino 인천광역 출장안마 (Casino Rewards 시흥 출장마사지 Program) · William Hill 포천 출장마사지 Casino (Casino Rewards Program) · Hollywood Casino at Virgin Hotels 당진 출장마사지 Las